La participación en el Jubileo de los Jóvenes ha marcado uno de los momentos más significativos del año para nuestro proyecto pastoral. Un grupo de colegiales, acompañados por el responsable de Pastoral del Colegio Mayor Alcalá, Rubén Francisco Moro, viajó a Roma para vivir esta experiencia organizada por la Red de Jóvenes en Familia Claretiana, Claret Way Global. Bajo el lema Peregrinos de Esperanza, compartimos una semana intensa junto a más de un millón de jóvenes procedentes de todos los continentes.
Durante los días de encuentro, descubrimos la riqueza espiritual de una Iglesia viva y diversa. Caminamos por los lugares más emblemáticos de Roma, participamos en celebraciones multitudinarias y compartimos espacios de diálogo que nos permitieron profundizar en nuestra fe y en nuestra vocación al servicio. El ambiente de fraternidad que se creó en torno a este Jubileo nos ayudó a comprender mejor la dimensión universal de la Iglesia y la misión común que todos los cristianos compartimos.
La vigilia con el Papa supuso uno de los momentos más emocionantes del encuentro. Sus palabras, centradas en la esperanza y en el compromiso de los jóvenes con el mundo actual, resonaron con fuerza en nuestro grupo. Con claridad, nos recordó el mandato de ser “sal y luz” para una sociedad que necesita testigos creíbles, capaces de transmitir esperanza.
Estas experiencias fuertes resultan esenciales para la pastoral de nuestro Colegio Mayor. Nos permiten crecer como comunidad, reforzar nuestra identidad claretiana y mantener vivo el carisma que inspira nuestro trabajo educativo. Asimismo, ayudan a los colegiales a descubrir que la vida universitaria no se limita al ámbito académico, sino que incluye también un proceso de desarrollo humano y espiritual que nos prepara para asumir responsabilidades en un mundo cada vez más complejo.
Ahora, ya de vuelta en casa, nos corresponde traducir esta vivencia en gestos concretos. Debemos cuidar la esperanza que hemos recibido y hacerla visible en nuestra convivencia diaria, en nuestro estudio y en nuestro compromiso con los demás. Así seguimos creciendo como parte activa de la Iglesia universal y de la familia claretiana.
