Entrevista Día del P. Claret

Oct 25, 2016

Hoy 24 de octubre, el Colegio Mayor Alcalá se une a la Celebración del día del Padre Claret acercando de primera mano, la experiencia y vivencia de nuestro Colegial Pablo Refoyo, durante toda su infancia, en el Colegio Claretiano “Corazón de María” de Zamora. Explícanos brevemente tu vinculación con un Colegio Claretiano.

Empecé a los 3 años en el Colegio “Corazón de María” de Zamora. Desde que llegas al Colegio, poco a poco, te vas dando cuenta de que no es un Colegio cualquiera. La atención y dedicación no es la misma, y es que, desde el personal de servicios, hasta los profesores y Directores, consiguen que empieces a formar parte de todo lo que concierne al Colegio Es algo parecido a lo que me sucede ahora en el CM Alcalá: te acabas sintiendo como de la familia. Tal es así, que cuando acabas el Colegio, 15 años después, la vinculación con profesionales y compañeros es grandísima e inolvidable. Esto no quita que a veces, cuando estás dentro, piensas que estas muy controlado, tienes muchos deberes, etc, pero cuando sales, ves que todo eran atenciones y, ahora, cada vez que voy a Zamora, acudo a visitar a quienes fueron mis profesores, con quienes te das cuenta que, al final, la relación va más allá de una relación profesor alumno.

2.        Que significa para ti haber ido a un Colegio Claretiano.

Para mí, lo más importante es que desde que llegas, por muy pequeño que seas, te inculcan unos valores relacionados con lo que en su día fue la vida del Padre Claret. Te enseñan a no negar nunca la llamada de Dios, a no quedarte con lo cómodo, lo fácil: es algo parecido a lo que le sucedió al mismo P. Claret, quien acudió a su llamada interior, cuando pudo haberse conformado con una vida aparentemente más fácil, dejándolo todo y, en fin, ya vemos el gran legado que nos dejó. Un Colegio Claretiano te crea un sentimiento que, cuando eres mayor, te das cuenta de que te sientes orgulloso de formar parte de esta familia claretiana, etc. Sé que mi educación y mi formación no hubieran sido la misma en otro Colegio.

3.       Qué Valores te ha aportado el Colegio Claretiano.

Una orden religiosa como ésta, te inculca valores relacionados con el respeto a los demás, pero sobre todo, con ayudar a las personas que te necesitan, pero no sólo en lo económico, que parece que ahora donar dinero a una ONG es lo suficiente, sino que ellos me enseñaron que también se puede hablar con alguien, apoyarle, sin necesidad de que la ayuda sea solo material. Así mismo me inculcaron todos los valores que la Iglesia transmite.

4.       Por qué un Colegio Claretiano.

En realidad, fueron mis padres, y entiendo que fue porque estaban contentos con cómo le estaba yendo a mi hermano mayor (risas). Más en serio, es algo que siempre les agradeceré. Yo imagino que, cuando unos padres se paran a pensar en qué educación quieren darle a su hijo, piensan que no sólo es importante estar formado académicamente, sino como hablábamos antes, tener una formación en valores, es decir, integral, que sea adecuada para mi futuro, no solo laboral, sino, sobre todo, personal.

5.       Qué recuerdos guardas del “Corazón de María”.

Creo que esto nunca me había parado a pensarlo, porque el día a día te lleva a guardar recuerdos en general. Sí, a bote pronto, me acuerdo de muchos compañeros y de profesores, y más en concreto, recuerdo a muchos Padres Claretianos, con quienes mantuve una relación más cercana. Incluso ahora cuando me acuerdo de las broncas que nos echaban, nos entran risas y las recuerdo hasta con cariño. Concretando un poco más, recuerdo que hacíamos unos musicales espectaculares, a los que nos dedicábamos con muchísima ilusión y eso, al final, se notaba en el resultado. También recuerdo los viajes a la nieve, en que nos lo pasábamos genial. Buff, ahora que lo pienso, cuantos buenos recuerdos tengo de esta etapa.

6.       Nos puedes contar alguna experiencia particular con algún Misionero Claretiano.

Claro que sí. Recuerdo cuando de pequeño organizábamos excursiones fuera de Zamora: íbamos al algún pueblecillo donde había casas rurales, como La Vecilla, donde íbamos con el Padre Benicio, que estaba todo el día cantando con su guitarra, haciendo juegos… pero también teníamos nuestro tiempo de oración. Aún recuerdo las canciones que nos enseñó. Con este padre, además, participábamos en Zamora, en el “Centro Claret”, que era un Centro Juvenil del Colegio, donde teníamos una sala con ping pong, futbolín, el Padre Benicio nos daba clases de guitarra, y en vez de estar el tiempo libre perdido por la calle, lo pasábamos genial y además ocupábamos nuestro tiempo de una manera sana, divertida y diferente. Mencionar solo a un Padre Claretiano es como despreciar a los demás: también tengo recuerdos del Padre Basilio, al que mi hermano le conocía más y al que cada vez que veo por aquí, me vienen recuerdos de esta etapa de mi vida, y había muchos Padres más, como el Padre Matilla… o el Padre Eloy, que preparaba de manera espectacular los decorados de los musicales… en fin, no hay nadie de quien guarde un mal recuerdo.

7.       Como recuerdas que celebrabais el día del P. Claret

Ese día era un día de fiesta autentica: no dábamos clase, preparábamos una gymkana en la que participaba absolutamente todo el Colegio, en grupos, y había premios. Recuerdo que comíamos tortitas, chocolate con churros, etc. Teníamos nuestro tiempo de oración y agradecimiento al P. Claret por haber fundado nuestro colegio. Era un día precioso, que desde semanas antes estábamos deseando que llegara, y cuando eras más mayor, te sentías muy importante preparando las actividades, los torneos de futbol, baloncesto, ping pong, futbolín…

Muchas gracias Pablo por la entrevista, por compartir esta etapa tan importante de tu vida, y, de manera especial, por transmitir con tanta emoción, alegría y felicidad el carisma Claretiano que tan bien ha calado en ti. Dios te bendiga.