Viaje Cultural a Roma

Mar 13, 2023

Nuestros colegiales en el viaje cultural a Roma

La Comisión de Culturales del Colegio Mayor Alcalá ha organizado el Viaje Cultural a la capital italiana que un total de veinte colegiales han disfrutado entre el 9 y el 12 de marzo.

Os invitamos a descubrir nuestra estancia en la ciudad eterna, con la crónica elaborada por nuestro Colegial Diego Estrada.

Viaje Cultural a Roma – Día 1

Seguía la noche madrileña en su curso pero en la Calle Ramón Menéndez Pidal empezaba el movimiento para el viaje a Roma. Llegamos al aeropuerto con puntualidad británica, no queríamos imprevistos de última hora. Los dos vuelos transcurrieron con normalidad, con la tradicional rutina monótona de las alturas.

Asimilamos nuestra llegada a la ciudad eterna y comenzamos con nuestro papel de turistas. Primera parada: El Coliseo. El monumento más emblemático de Roma nos aguardaba, con su majestuosidad y estructura cuasi perfecta. Sesión de fotos incluida, logramos bajar hasta el «suelo» del Coliseo como los gladiadores que antaño se batían por el honor.

Queríamos introducirnos más en el ambiente local con su gastronomía inconfundible. Pastas y pizzas corrieron por la mesa con una gran rapidez. Ahora sí que si. ¡Que bella eres Italia! Este festín se coronó con los jugosos gelatos.

Luego visitamos el monumento por la patria o como lo llaman ellos, «la máquina de escribir». Monumento que homenajea al monarca de su reunificación (Víctor Manuel II) y a los soldados caídos en la IGM al mismo tiempo. Que espectáculo arquitectónico. Columnas que conforman un templo, estatuas imponentes de dioses que le Dan al sitio un aura insuperable y unas vistas desde la última planta eran exquisitas. Roma a nuestros pies.

Nuestros colegiales en el coliseo romano

Viaje Cultural a Roma –  Dia 2

Como todos los caminos llevan a Roma decidimos explorar sus caminos en este segundo día. Primero necesitábamos recargar energías con un buen desayuno. Lo improvisamos en la calle tras comprar provisiones en el supermercado más cercano.

La frenética caminata comenzó con la visita de varias iglesias. Lo mejor de nuestra civilización s e reúne en estos edificios llenos de tradición y con un aura divina inigualable. Frescos de Santos, tumbas de cardenales, imágenes de beatas piadosas y estatuas de ángeles se juntaban para conformar un ecosistema inalterable desde hace 2023 años. Era la tradición occidental, la transmisión del fuego que intenta avivar a nuestra sociedad.

Seguimos con un increíble cambio de guardia en guardia en el Palacio Quirinal. En esta ocasión se impuso el rigor y la perfección máxima militar para crear una demostración de disciplina sublime.

El largo día de turistas se lleno de topicazos romanos. La legendaria Fontana de Trevi con sus monedas al aire fue la siguiente parada. Sesión de fotos incluida, seguimos caminando hacia el Partenón y la Plaza Navona. La comida fue en esta ocasión en el barrio Trastevere. Lo bohemio y lo castizo romano fueron protagonistas indiscutibles en esta comida de pastas y pizzas (para variar).

El broche de este gran día lo puso la Plaza de España. Las vistas desde su iglesia fueron irrepetibles y con la protocolaria foto grupal se acabó este día duro de caminar y de disfrute romano en su máxima expresión. El dolor en todo el cuerpo sólo era el recuerdo del gran día que acabábamos de disfrutar. La ciudad eterna nos envuelve con su ambiente místico indescifrable.

Viaje Cultural a Roma –  Dia 3

Para el último día, Roma nos ofrecía lo mejor de lo mejor. Mejor dicho, esa oferta venía del Estado del Vaticano: un país dentro de otro país.

Después de un trayecto considerable en metro, nos adentramos en las profundidades de los majestuosos museos vaticanos. Inmensidad de obras de arte nos aguardaban. Estatuas de piedra, cuadros por doquier y vasijas de un valor incalculable componían una colección colosal digna del estatus del estado dueño de la misma.

La joya de la corona de estos museos es la capilla Sistina. Una gran sala repleta de frescos del gran Miguel Ángel que conforman el corazón del Vaticano con permiso de la basílica de San Pedro. Estábamos en uno de los lugares más importantes del mundo, éramos unos enanos comparados con la grandeza de la obra sublime de Michelangelo.

Por último, nos tocaba disfrutar de la basílica de San Pedro, las primeras piedras de la Iglesia de Cristo. Más que una iglesia era un palacio. Estatuas de Santos y devotos en cada esquina, un altar egipcio en el centro y múltiples lugares conformaban un espectáculo visual inigualable. También pudimos bajar a las tumbas de los antiguos papas, un sitio con un ambiente mágico y sacro a partes iguales. La tumba de Benedicto XVI lucía por encima del resto con sus velas y flores en recuerdo al anterior pontífice.

Este día fue la guinda perfecta a un viaje a la ciudad eterna, la ciudad que nunca descansa.

Lo mejor de nuestra civilización descansa en la capital italiana.

 Crónica: Diego Estrada Suárez

Fotografías: Eladio Rodríguez Rúa